TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE UN % DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. El interior, la provincia argentina, pueblos perdidos que llevan el nombre de algún coronel olvidado o de alguna voz indígena enmudecida. Esos son los territorios en los que se mueven los personajes de Flores Nuevas. Calles de tierra, el sol que golpea fuerte e invita a la siesta. En las esquinas, algunos jóvenes escuchan cuarteto y mezclan el sabor de la cerveza con el del polvo que al pasar levanta alguna moto. Parece todo a punto de estallar. Y estalla, pero con esa cadencia contenida, sin retórica, de las pequeñas y grandes tragedias cotidianas. Muertes, nacimientos, matrimonios, rupturas amorosas, fiestas de quince años, navidades, el lechón o el cordero que se asa lentamente al aire libre. Está el seguidor de Bruce Lee que espera intervenir en un movimiento social que se fragua siempre en otra parte, el obsesivo constructor de cementerios, el abuelo piamontés que de niño presenció cómo mataban a sus hermanos. Cuentos terribles, aunque siempre con un dejo de humor, que se transmiten de generación en generación y que, con un oído prodigioso, Federico Falco capta y recrea como si se tratara de una sola gran historia familiar que parece perderse en la oscuridad de los tiempos.