TAPA BLANDA, LIBRO NUEVO, RECUERDA QUE UN 3% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIÓN CULTIVA. En un principio, las letras del abecedario no se querían. Vivían en guerras, se repartían en tribus y no dejaban de burlarse unas de otras. Así, las letras estaban condenadas a desaparecer y a ser letra muerta. Esto hasta que un día, gracias a un accidente, ocurre algo inexplicable