TAPA DURA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Con el estreno en 1835 de Don Álvaro o la fuerza del sino del cordobés Ángel de Saavedra, Duque de Rivas (1791-1865) triunfó definitivamente el teatro romántico en España. Enlazada por alguno de sus contemporáneos con el «fatalismo griego», la obra es, a la vez, «una terrible personificación del siglo XIX» y una tragedia moderna donde se afirma lo absurdo de la vida con el imperio del destino. Composición de perfecta factura dramática, pieza de espectáculo sostenido desde las abundantes acotaciones, el Don Alvaro modula sabiamente con un uso original del verso y la prosa la alternancia de escenas costumbristas de tensión emocional. Junto a esta obra maestra se ofrece ahora, por primera vez, una selección amplia y equilibrada de la trayectoria de Rivas como dramaturgo. Por un lado, del período clasicista anterior, dos tragedias Ataúlfo (1814), prohibida por la censura y cuyo original se consideró perdido hasta fechas recientes, y Arias Gonzalo (1827), tampoco representada ni editada en vida del autor, y una comedia neoclásica o burguesa: Tantovals cuanto tiens (1828). Por otro, una comedia cortesana, en parte revival del teatro del Siglo de Oro: Solaces de un prisionero (1841), y El desengaño en un sueño (1842), al que su autor calificó como «drama fantástico», considerándolo su «otro hijo predilecto». Este conjunto escogido permite entender el microcosmos de géncros y fórmulas del teatro español de la primera mitad del XIX y el cambio de gusto en el público con la asimilación del espectáculo como forma expresiva. El papel relevante del Duque de Rivas se aquilata también en un apéndice de gran riqueza documental que acoge textos esenciales sobre la recepción de su teatro y sobre su asentamiento como representación cimera de un prototipo de romanticismo español.