TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE UN % DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Al finalizar la primera década del siglo XXI parece oportuno y atractivo, aunque no sencillo ni exento de riesgos intelectuales y morales, dirigir una mirada de conjunto a su inmenso legado. Se requiere mucha información y no menor serenidad para aproximarse a la verdad histórica. Esta obra persigue ese objetivo, en cuanto contiene las respuestas que William Thayer Arteaga, un hombre serio, informado, de larga y variada vida pública, entrega a través de 45 largas entrevistas referidas precisamente a lo que el interrogado vivió, conoció, experimentó o supo en sus funciones o situaciones de interés nacional o internacional, como niño, joven, adulto o anciano entre la segunda década del siglo pasado y la primera del actual. Según nos dice él, entre 1921 –sus primeros recuerdos– y la primera década de este siglo “fui hombre público de segunda fila, en cuanto actor, pero de primera, como testigo privilegiado. De los 92 años que he vivido, casi 90 enlazan mis recuerdos de personas que conocí veinteañeras y más tarde traté como protagonistas de la vida pública. No recuerdo bien al ganador de una carrera entre Eugenio Matte Hurtado y Domingo Arteaga Infante, hacia 1925, pero sí recuerdo, pocos años después, entre los asistentes al matrimonio –algo tardío– de Claudio Arteaga Infante, al ex Presidente Alessandri Palma y a su adversario y amigo Marmaduke Grove Vallejos, que ni advirtieron mi asombrada presencia”.