TAPA BLANDA, LIBRO NUEVO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Durante todo el siglo XIX y buena parte del siglo XX, la genial comedia de Shakespeare se convirtió en un clásico del antisemitismo. Durante el nazismo se montaron en Alemania no menos de cincuenta puestas distintas de la polémica obra. Luego del Holocausto las interpretaciones cambiaron de signo y muchos quisieron convertirla en una aguda crítica del antisemitismo. ¿Es efectivamente El mercader de Venecia una obra antisemita? Si es así, ¿quiere esto decir que también lo era su autor? ¿Qué hacer con ella, si así fuera? ¿Deberíamos dejar de leerla y representarla, como parecen sugerir algunos de sus detractores?