TAPA BLANDA , LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES.Al iniciar su último año de gobierno, el Presidente Piñera puede estar satisfecho de haber cumplido con las metas que se había propuesto: ampliar la iniciativa privada y fortalecer lo individual. De acuerdo a su asesor de contenidos, Ricardo Rivadeneira, los logros alcanzados por su administración en esta dirección fueron innumerables, aunque reconoce que "este progreso se ha dado principalmente en el ámbito de lo privado [...] Lo público, en cambio, se nos fue quedando atrás: las instituciones, la política, los barrios y ciudades, la televisión, la educación, el transporte, e incluso valores fundamentales como la confianza y fe pública, parecen estar al debe".
Su compromiso, que se expresó en un permanente esfuerzo por ampliar la libertad del mercado aumentado las posibilidades de incremento de las rentas y lucro privado, empapó el conjunto de su gestión. Tal política, combinada con la estrategia de lograr altos niveles de aceptación ciudadana -el presidencialismo plebiscitario, al que hemos referencia en análisis anteriores- también se expresó a nivel macroeconómico.
El incentivo a lo privado se hizo patente en el sector de la educación y la salud. Bajo el discurso de la eficiencia, en ambos se priorizaron las transferencias del sector público al privado por sobre la inversión pública. Ejemplos de esto ha sido el apoyo a la educación y salud privadas en desmedro de la inversión en el respectivo sistema público. A esto se suma la crisis de la previsión privada con los escasos niveles de rentabilidad del conjunto de los fondos de inversiones y los negativos efectos sobre los montos de las jubilaciones. Según Joaquín Vial, consejero del Banco Central, cerca del 60 % de cotizantes que comenzaron a ahorrar en 1980 recibirán una pensión de solo $150.000 pesos mensuales. La última promesa presidencial de una reforma previsional rebajando las comisiones de las AFP y mejorando el retorno de las inversiones se haría aumentando las cotizaciones de los trabajadores y prolongando la vida laboral, todo lo cual solo agravaría la crisis del sistema.