TAPA BLANDA , LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Los niños índigo son seres humanos más sensibles y gentiles que el resto de la gente. Muchos de ellos manifiestan a temprana edad que nacieron en la Tierra para fomentar el amor, la paz y un estado natural de felicidad. No resulta sencillo establecer desde cuándo están apareciendo en nuestro planeta, pero numerosos exploradores del tema sostienen que ya existían como casos ocasionales y muy aislados en los años sesenta, pero que desde los años ochenta vienen manifestándose en número creciente, en el mundo entero. En consecuencia, actualmente no sólo hay una infancia índigo sino que también existen adolescentes y adultos con características análogas. Desde muy temprano manifiestan propósitos muy concretos en la vida, como existir con mayor intensidad, actuar bondadosamente, cancelar la crueldad sobre las criaturas de los demás reinos vivientes y recrear la sociedad. No soportan los actos violentos, no admiten coacciones ni amenazas, suelen dar respuestas muy puntuales y certeras en situaciones donde se sienten chantajeados o manipulados. Emotiva, espiritual, intuitiva y anímicamente son hipersensibles e inventivos. Hacen observaciones muy sutiles, pero no como adultos de tamaño reducido, sino como niños plenos, insobornables. La autora, madre de uno de ellos, expone su original experiencia, con nitidez y sinceridad. Asimismo, espera que los dones de los niños índigo nos contagien y nos abran el acceso a valores humanos marginados o sacrificados en una sociedad trastornada por los fetiches de una cultura hipermaterialista que se resquebraja en todas partes.