TAPA BLANDA , LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Pasar oculto es una de las características de los hombres superiores y que viven con los pies en esta tierra y la cabeza en el cielo. Siguen en esto las enseñanzas del Maestro. Esa fue la divisa que resume la vida del cuarto Arzobispo de Santiago Juan Ignacio González Eyzaguirre. Pero las obras de los grandes hombres de la Iglesia nunca permanecen para siempre ocultas. Cuando ya los días de su transitar terreno han pasado, la historia tiene el deber y el derecho de hacer luz sobre aquello que ha permanecido en penumbra. Eso es lo que se intenta con este libro. Situado el Arzobispo González en una época tan singular de nuestra historia -el centenario- fue una figura y un referente moral de la sociedad chilena.
Aceptado por todos, los de un lado y los del otro, fue sobre todo un servidor de los pobres y necesitados. Su figura amable, su palabra sencilla y su presencia menuda era signo de paz y concordia en un Chile donde las convulsiones sociales comenzaban a aflorar y donde la llamada cuestión social estaba al centro de las preocupaciones de la Iglesia y -más tardíamente- de la sociedad y del Estado. Fue el Arzobispo un precursor del moderno derecho laboral, promotor de múltiples iniciativas sociales y de bien común. El libro las describe con acuciosidad. Pero fue, sobre todo, un hombre que sabía dónde estaba la fuente de la eficacia de la acción de la Iglesia: en el amor a Jesucristo -así llamó a una de sus pastorales- en la vida de oración y de recepción de los sacramentos. Sus obras pastorales marcan siempre un derrotero que no es otro que el enseñado por el Divino Maestro: buscar el reino de Dios y su justicia que el resto vendrá por añadidura. La primera de sus Pastorales es -consecuentemente- sobre la confesión sacramental.