TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE UN % DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Cuando se escapan de sus respectivas casas, Seve y sus amigos sufren un accidente con la mula del carro y descubren, con horror, que no les late el corazón y, que por lo tanto, están muertos. De pronto, sienten hambre y empiezan a comer, por lo que deducen que aún no están muertos del todo, sino que son simplemente fantasmas. Y la única manera de liberar su alma para poder ir al cielo es hacer una buena acción, como encontrar a la mula "prestada", que se les ha escapado después del accidente. Así empiezan a "aparecerse" a las gentes del pueblo. Es divertidísimo eso de ser invisibles. Pueden hacer todas las travesuras que quieran porque nadie los ve.Pero cuando se cansan de hacer travesuras y llega la noche, les deja de gustar su condición de fantasmas. Extrañan a sus padres ,y quieren volver a estar vivos. Mientras tanto, sus padres los están buscando porque creen que se han perdido. Cuando los encuentran, los chicos no pueden creerlo... son visibles otra vez. Piensan que todos se van a enojar por las travesuras que han estado haciendo; pero gracias a ellos y a sus andadas por el pueblo y el bosque cercano, el cura recupera una imagen religiosa que hacía años había sido robada de la iglesia. Y en lugar de enfadarse con ellos, todo el pueblo les felicita.

Calificación del estado de los libros:

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