TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE UN % DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Al joven escribidor limeño Sergio Vilela le sucedió algo importante con La ciudad y los perros: no pudo resistir la curiosidad, no se conformó con lo que estaba dentro de la novela, e hizo lo que todo escritor latinoamericano bien nacido quiso hacer después de cerrar este libro: partió al Colegio Militar Leoncio Prado a investigar. En esté, su primer y personalísimo libro, Vilela toma una novela fundacional y la reconstruye, pero no con los fríos gastados instrumentos quirúrgicos de la academia, sino con la pasión de un fanático y desde el vasto territorio de la República del cariño, presentándonos a los seres de carne y hueso que alimentaron la mente de aquel joven Mario Vargas Llosa. Después de leer este libro, aquellos que no han leído La ciudad y los perros sentirán ganas de leerla cuanto antes; y los ya la han leído, no podrán contener la compulsión de leerla nuevamente. Pero eso no es todo, porque quizás lo que más me atrae de El cadete Vargas Llosa es que a través de él, los escritores sentiremos el deseo de volver a escribir una novela, y los cronistas reafirmarán la idea de que todo, a la larga, puede ser narrable; de que la historia oculta de una novela es, de alguna manera, una novela en sí misma, y la prueba la tenemos en las manos, pues este libro, sin duda, lo es.