TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. En 1897, luego de una larga enfermedad, una pequeña escritora moría dejando como huellas de sí misma un conjunto de papeles, retazos de versos escritos durante su último año de vida. En un gesto de rescate ante el peligro del olvido, el padre de la niña decidió editar las rimas, convencido de inmortalizar con ese libro, prolijo hasta el último detalle tipográfico y de encuadernación, el recuerdo de la hija perdida.
Después de más de un siglo, esos vestigios emergen para enfrentarnos a la singular experiencia escritural de una niña de 12 años, caso inédito dentro del panorama editorial decimonónico chileno, pues escasean registros que indiquen la existencia de otros libros cuyos autores/as tengan la particularidad de contar con una edad similar a la de ella y un perfil reconocidamente de “niña/o”, en tanto sujeto específico con intereses y necesidades propias de la infancia, diferenciadas de las adultas y plasmadas en un texto.