TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. La relación poesía-cine ya se anuncia en el título del poemario, con menciones a cineastas mayores (Akira Kurosawa, Alfred Hitchcock), a la actriz británica de la época dorada de Hollywood, Audrey Hepburn, y al cine reciente (La La Land, 2016), con referencias también a poetas y narradores: Gonzalo Rojas, Raúl Zurita, Nicanor Parra; al creador de “Rayuela”, Julio Cortázar. Una poesía en clave de conexiones con el cine y la literatura. Todo es “materia fílmica”, esto es, la palabra y la imagen se fusionan. Pero esta poesía es más que lo reseñado, el poeta la interpela: “Tiranía. Tú eres tiranía. / No eres una diosa amable. / Nunca fuiste mi amiga/ ni me amaste. / Jugaste conmigo. / Yo jugué contigo y salí a morirme a la calle. / Salí a buscarme a otros países” (“Día mundial de la poesía”). O, tratando de definirla, se aproxima, a través de la palabra, a su esencia: “En el centro de la galaxia/ hay una página en blanco/ y nosotros, desnudos e impotentes, / navegamos el vacío intentando descifrarla” (“En el centro de la galaxia”). Esa es quizás la misión del poeta: descifrar la aparente nada, el “blancor” de esa página en blanco colocada en el centro del universo, y compartir lo hallado con los demás. Poesía, en fin, en que está presente la intertextualidad cinematográfica y literaria, y que va más allá de esas: “En caso de turbulencias/ una máscara de oxígeno caerá del techo. / Ayúdese a sí mismo/ antes de asistir a los demás” (“Reglas para el amor”).